Rochu, Rocío Bernardiner
Banfield, Buenos Aires
¿Qué te acercó a la música?
Supongo que lo primero que me acercó a la música fue el corazón de mi
mama latiendo y todo lo que se escuchaba desde ese adentro, claro que no me
acuerdo nada de eso. Para mí, vivir es música. Siento que todos tenemos la música
en nuestro adentro de alguna manera u otra, algunos conectamos más o menos con
eso, pero ahí está. Ahora, en lo más concreto , por un lado, mi papá es un gran
melómano, y me acuerdo que siempre sonaba música en mi casa, más que nada me
acuerdo que armaba unos compilados en cassette y los íbamos escuchando en el
auto, sonaban Los Beatles, Frank Sinatra, Dolly Parton, también mucha música clásica,
sevillanas, Gershwing, Queen. Tengo un recuerdo grabado con la Lau (Lisa Agüero),
tendríamos ocho, nueve años, y nos juntábamos en su casa (quedaba a dos cuadras
de la mía) y escuchábamos Queen y Los Beatles y bailábamos y descontrolábamos
en patas una alfombra en el living.
Después, cuando fui creciendo, siempre tuve a mi hermana Sol como guía,
y casi todas las bandas que conocí fue porque ella las escuchaba, Charly,
Spinetta, Soda, Blur, entre miles más. Creo que me quise comprar una guitarra
porque ella quería una, pero me parece que a ella se le fue la iniciativa y yo
finalmente convencí a mi viejo y me compró una criolla para una navidad. Yo
tendría trece o catorce años. Desde ese día, siempre soñé con tener una banda.
Me encerraba en un cuarto en la casa de mi abuela Irma, que vivía abajo, y con
los dos acordes que conocía inventaba algo. Era malísimo, obvio, pero encontré
ahí algo que me hacía bien.
¿Cuáles fueron tus primeras incursiones?
La primer banda en la que toqué fue en el colegio, tendríamos quince años.
Hacíamos covers de Nirvana, Soda, Divididos… Yo no sabía casi tocar, pero nos
juntábamos a ensayar, ahora mucho no me acuerdo ya, pero estoy segura que nos
divertíamos. Cuando salí del colegio, un verano en Uruguay conocí a Pato (de Larrechea),
al Rata (Ignacio Cabrera) y a Jero (Potenzo),
y ahí comenzó una etapa de mucha hermosión. Armamos una banda que se llamaba
Bcuadro. También estaba la Lau y hacíamos nuestras propias canciones, nos juntábamos
a tocar, a salir, a comer, íbamos a ensayar al Árbol (Árbol Caído),
llegamos a hacer algunas fechas. En ese momento conocí a grandes amigos hasta
el día de hoy, los Ánima Bendita, el Chango (Miguel García), Sole Helicópteros, todas
personas que quiero mucho. Ya en la universidad del cine, me encontré con
grandes amigas, con las que salíamos a filmar y hacíamos algunos videos para
nuestros amigos, Dos Aviones, Ánima, Familia Costa. Por esa época conocí a
Orilo Blandini, quien inmensamente generoso y casi sin conocerme, me invitó a
hacer la música para una de sus letras, para un disco que iba a sacar con Doma.
Esa fue la primera canción que hice en la que me animé a cantar, "Los
Caballos".
¿Tenés una metodología de composición y de
trabajo?
Puede ser que mi forma sea conectarme con lo que me pasa y dejarlo
salir, siempre todo a la vez, la música y la letra. Suelo grabar bastante todo
lo que se me viene, antes con la compu, ahora con el celu, y después escucho y
veo qué onda, si me gusta, si me pasa algo con eso que canto o con eso que digo.
Es medio como escritura automática, creo. No soy de reescribir letras o darle
muchas vueltas, me gustaría poder dedicarle más a eso, pero no me sale.
¿Cuál es el momento más placentero del
proceso musical?
Para mí, lo más placentero es lo desconocido del otro en el momento de
compartir la música. Por ejemplo, al hacer una canción, cuando el otro
encuentra algo nuevo que es completamente impensable e inalcanzable para uno
dentro de esos dos acordes, puede ser un coro, un teclado, una guitarra… Eso me
parece hermoso. Las canciones llegan a lugares impensados. Me gusta mucho el
proceso de armado, amo que una canción sea un acabado de pedacitos de distintas
personas, pedacitos de nuestros interiores, de nuestros dedos, de nuestras
manos y de nuestras voces.
¿De qué hablan tus canciones?
Mis canciones hablan de mí, del miedo, del amor, de mi familia, de mi
novia, de lo que quiero, de lo que no quiero. Muchas veces me dan aliento, me
sacan de la nube, como si fueses angelitos que me cuidan, o que me recuerdan
que la vida es frágil pero divina y que hay una fuerza superior que nos guía,
pero que a su vez esa fuerza somos nosotros mismos. No sé, digo.
¿Qué esperás que pase con tus canciones?
Espero que las canciones me sigan gustando y que yo les siga gustando a
ellas, así siguen viniendo.
¿Cuándo empezaste tu camino solista, por qué?
Creo que nunca empecé un camino solista, un camino sol-sista, algo así
como al sol con hermanas, es más lo mío. Una vez grabé sola unas canciones en
mi compu con el garage band. Mis amigos por suerte me entusiasmaron para que
arme una banda, Marian (Villasante) y Roncha (Villasante) me hablaron de Roki
(Roc Fernández), que también ensayaba en el Árbol, y después, por otro amigo,
llegó Ine (Inés Copertino). Yo simplemente estaba buscando unas amigas para
compartir canciones y aparecieron estas extraterrestres musicales tocando a mi
puerta, una verdadera aparición, un regalo que cada día disfruto y agradezco su
presencia en mi vida. Son unas magas y disfrutamos mucho tocando juntas. Mientras
esa fuerza siga su llama y su viento, aquí seguiremos. Y aun si un día me
quedase sola, buscaría nuevos compañeros. No me gusta la palabra solista.
¿Cómo ves la escena musical?
Veo muchos cancioneros y muchas bandas llenas de ganas y llenas de
verdades. Creo que es un momento muy bueno para la música, la tecnología
democratiza el hacer y hay muchas personas dispuestas a buscar su propio
camino. Sería bueno que existan más posibilidades y recursos para los músicos,
pero por suerte eso no limita los corazones y la música sigue sus vuelos.
¿Con que músicos de tu entorno te sentís
emparentada?
Me siento cerca de todo lo que me gusta, también de mis amigos que hacen
música, Mi Amigo Invencible, El Chango, Marian, Diosque, Los Reyes (del Falsete), Lala Cianfagna, los
Costa, (El Extra y) Los Imposibles, La ola que quería ser chau, Valentín y los Volcanes, El mató (a un
policía motorizado), Los Animales Superforros, Astro, la Javiera (Mena), Shaman, Little Jesus, Juan Wauters, Helado Negro,
Chancha Vía Circuito, Mic y Mouse, Entel, Posavasos, Lisa Agüero, Axel Krygier,
el Sexteto Irreal, Manu Schaller.
¿Encontrás alguna identidad musical propia de
tu zona o circuito?
Encuentro en común que hay mucha libertad y respeto.
¿Un disco?
Relatos de un incendio, de Mi Amigo Invencible.
¿Una canción?
"La cura", Diosque.
¿Una frase?
"En las noches del mundo,
somos puntos conectados", Posavasos.
¿Un espacio?
Plasma.
¿Con quién continuamos esta serie?
Mariano Di Cesare, cantante de Mi Amigo Invencible y de El príncipe
Idiota →
LA MÚSICA POR SU CACIÓN: "TU AMOR HACE QUE TODO SEA MÁS LINDO".