Llavallol, Buenos Aires
Tengo recuerdos de
estar en la música desde muy chiquito y, sin dudas, fue mi familia lo que más
me acercó a la música. Mi viejo tocaba de oído la guitarra y de vez en cuando
se cantaba alguna canción. En casa se escuchaba música todo el tiempo, de todo tipo.
Mi abuelo Marcos, abuelo materno, falleció cuando yo tenía cuatro años, y en
casa había quedado una vieja guitarra suya. Recuerdo jugar mucho con esa
guitarra, que todavía tengo. Yo vivía arriba de la casa de mi abuela Pepa, una
abuela hermosa que me hizo escuchar mucho tango y ópera. Ella me compró mi
primer órgano, un Casio Ca-100, a mis trece años. Antes de eso, a mis nueve,
mamá me regaló una guitarra de estudio y me consiguió un profe de guitarra,
Victor Well, un señor mayor que venía a casa y me daba clases de guitarra
clásica y de inglés (?!), solfeo y teoría musical. También estaba mi abuelo
Juan, abuelo paterno, que era concertista y muy estudioso de la guitarra,
aunque raramente daba conciertos. Él era maestro de música y tenía su propia
academia, Academias Munro.
Yo veía a mi abuelo una o dos veces al año, y cuando lo escuchaba tocar la
guitarra clásica era algo que no podía creer. Fue él quién me regaló mi primera
guitarra eléctrica y un equipo, a mis doce años. Era una guitarra nacional
marca Mellow String, modelo Les Paul, de caja roja, hermosa, que ya adolescente
vendí en un tugurio de Berazategui para comprarme una Strato Peavey, acción de
la que siempre me voy a arrepentir.
¿Cuáles fueron tus primeras incursiones?
Como contaba antes,
desde muy chico estuve ligado a los instrumentos. Juego con la guitarra desde
que tengo memoria. Mi primera canción la compuse a los ocho o nueve años, se
llamaba "Contento". A los once o doce armé mi primera banda Los civiles, con
un gigante amigo que aún conservo, Emiliano "Mimi" Pedernera, y mi
hermano Guille. De ambas cosas hay un registro grabado en cassette debidamente
escondido. La primera vez que toqué en vivo fue en 1996, con mi banda de ese
entonces, Eugenio Atilio
Mazakote. El show terminó muy mal, cuando los vecinos denunciaron los
ruidos molestos y cayó la policía.
¿Tenés una metodología de composición y trabajo?
Al principio pensaba
que no tenía una metodología de composición, que las canciones llegaban cuando
debía ser y bla bla bla. Con el correr de los años entendí que, detrás de ese
pseudo hippie-romanticismo hay también un método y un juego. No es un método
ordenado y consciente del todo, pero hay mecanismos que se repiten y búsquedas
que siempre aparecen. En la mayoría de las canciones, lo que me funciona como
disparador es la música, una idea rítmica, un sonido, una idea melódica.
Generalmente, hago la música antes que la letra y casi siempre lo hago con una
computadora como soporte, para ir grabando las partes que voy consiguiendo en
el ejercicio propio de la composición. De este método rescato las enormes
posibilidades que ofrece tener un programa multipista e instrumentos virtuales
y plug-ins y demás a disposición del juego creativo de cada uno. Pero en mi
caso particular, me fue acortando mucho la memoria musical instantánea, así que
ahora me doy cuenta que me cuesta mucho hacer una canción y recordarla al día
siguiente si no la tengo grabada. Es como la calculadora, que nos va alejando
de los ejercicios matemáticos. O como esa cosa de googlear y descansar en el
buscador para obtener respuestas, en lugar de guardarlas en la cabeza.
Luego de la música
viene la letra y este es el momento en el que más me demoro. Tengo una melodía
a la que le agrego una letra con una métrica más o menos establecida por la
melo, pero generalmente no tengo una idea previa de lo que voy a tratar en el
texto. Lo voy descubriendo en el transcurrir de la letra. Al principio arranco
como un ejercicio surrealista, pero el molde de mi sensibilidad necesita un
resultado que tenga sentido, así que, por esto, podría decir que mis letras no
son surrealistas. Pero de las letras hablaremos luego, creo.
¿Cuál es el momento más placentero del proceso musical?
Hay dos momentos que
son muy diferentes y son idénticos en intensidad. El primero es el momento en
el que estoy haciendo una canción. Para mí, ese momento es único y sumamente
hermoso. Entregarse a eso que está sucediendo es como entrar en otro orden de
espacio/tiempo y es también imposible de describir.
El otro momento es
cuando estoy tocando en vivo. En ese momento vos sos música, así de simple y
poderoso.
¿De qué hablan tus canciones?
Las temáticas son
muchas: amor, desamor, introspección, cuestiones existenciales, historias,
ideas que me conmovieron de cosas que leí, juegos de palabras y muchas
imágenes. Me gusta mucho el roll de la imagen en la poesía, como un cuadro de
palabras que va construyendo una idea más grande; son interpretaciones poéticas
de cosas que siento, que me atraviesan. En general no sé de qué voy a hablar
antes de empezar a escribir, es como que la cosa se va develando ahí, on line.
Otras veces tengo
algo escrito, una idea que quiero desarrollar, y le agrego música y la voy
esculpiendo para que sea también melódica.
El proceso de
escribir las letras me demanda siempre mucho tiempo y muchas tachaduras. Soy
bastante cuidadoso de la palabra escrita y de la belleza o la incomodidad que
se puede generar con esa hermosa herramienta humana.
¿Qué esperás que pase con tus canciones?
Me gustaría que
conmuevan, que movilicen al que las escucha. En mi vida, muchas canciones que
escuché me brindaron una experiencia muy fuerte, me regalaron algo que es
indescriptible y mágico.
No podría decir
exactamente por qué o para qué hago una canción. Creo que no podría No hacer
canciones. Eso sería para mí como una forma de estar muerto.
Muchas veces me
sorprende a dónde llegan las canciones y las cosas que se generan en la gente
que las escucha, como interpretaciones que hacen o melodías que les parecen
atractivas y esas cosas. Para mí eso es hermoso, pero no es el fin de hacer una
canción. Yo diría que componer es bellamente inevitable.
¿Cuándo empezaste tu camino solista, por qué?
Mi camino solista
está muy acompañado. Siempre estoy envuelto en algún proyecto de banda. Supongo
que ahora mismo estoy en un estado de gestación de alguna banda nueva que me
permita hacer sonar las canciones que fui componiendo a lo largo de mi historia
musical. Una banda es algo que, a mi manera de ver, tiene necesariamente que
trascender lo meramente musical como experiencia compartida. No concibo estar
en un proyecto conjunto sin compartir una amistad y las cosas que esto
conlleva. Cuando eso se desdibuja, prefiero no formar parte. Pero, como no me
imagino sin tocar, últimamente estuve haciendo algunas presentaciones solo, con
mi guitarra. Es una experiencia nueva y muy linda, que me permite conducir más
íntimamente el ánimo de cada canción. Sin embargo, mi historia me ha demostrado
que no soy de llevar adelante algo solo y siempre estoy en contacto con amigos
músicos que se suman a alguna propuesta. En este preciso instante estamos
generando un proyecto nuevo, El Color, junto
con Pablo Úngaro, Lucho Rodríguez y Cristian "El Tano" Cesario, que
es un artista plástico que pinta cuadros mientras nosotros estamos tocando.
Este es un proyecto muy versátil, en el que no solamente compongo yo y que no
interfiere en mis ganas de seguir con las presentaciones en las que estoy solo
con mi guitarra y en las que, además de canciones nuevas, recorro temas que fui
haciendo a lo largo de mi vida. Es como algo paralelo.
¿Cómo ves la escena musical?
La verdad es que no
soy el que más conoce la escena musical actual. No soy muy salidor y creo que
para conocerla debería estar más cerca. Dicho esto, de vez en cuando alguna
escapadita me hago y lo que veo me sorprende. Muchos pibes y pibas que están
mucho menos contaminados de estupideces que nada tienen que ver con la música
de lo que estábamos nosotros (ya tengo treinta y seis...) a los veintipico. Veo
propuestas muy sinceras y con menos impostación. Escucho muchos chicos solistas
(algo poco habitual en "nuestra época") que tienen cosas muy
poderosas para decir y músicas tan bien planteadas como ejecutadas. Hay muchos
chicos que están incorporando cada vez más cosas de nuestro folklore y nuestra
música popular y lo hacen muy bien. También hay mucha porquería, claro. Pero,
en general, veo una escena que está proponiendo algo nuevo y yo celebro que
pase eso porque indica que estamos a salvo.
¿Con que músicos de tu entorno te sentís emparentado?
Llevo haciendo música
muchos años. Conocí bastantes músicos, más que nada entre los dieciocho y los
veinticinco. En esos años se armó una especie de grupete hermoso de pibes que
queríamos ser escuchados y ser vistos. Con muchos de ellos seguimos estando en
contacto musical, Rodra López, Guille Santos, Marian Villasante (dueño del Árbol Caído, una
especie de Aleph energético-musical), el
"Gaita", Frank Real, Dani Herrero, Rochu Bernardiner, Nico Mucci,
Lucas Cirilo, Pablo Úngaro, Lucho, Baru, Tur, son muchos. Agrego a la lista a
mi querida Sole Helicópteros que, si bien no hace música, muchas de las cosas
que hicimos se debe a su incontenible amor. Con todos ellos viví mis más
hermosas aventuras musicales. Son parte de mi vida.
¿Encontrás alguna identidad musical propia de tu zona
o circuito?
Absolutamente. Muchos
de los discos que escucho fueron hechos acá, muy cerquita. Algunos en las casas
de los músicos. Hay mucha buena música ahí. Los discos de Minas, de Ánima Bendita,
discos de Amor Elefante y de Primavera Interior,
las canciones de Alegrías del hogar y las del El Extra & Los
Imposibles, es música que está presente en casa. Luego voy escuchando en la
compu algunas cosas más nuevas, como Mil Cometas y Facundo Galli, discos como el de Los Reyes del Falsete o el de la Mauro Conforti y La
Vida Marciana, canciones de Satélites, de Her Cass. Sé que
estoy olvidándome de muchas cosas que escucho y me resultan muy plecenteras,
pero bueno… Hace poco volví a escuchar un disco de la fugaz banda Natural, que
siempre me hace acordar a la mañana.
¿Un disco?
"Amor
Elefante" de Amor Elefante.
¿Una canción?
"El puma",
de Ánima Bendita.
"Grand Routier", de Minas.
¿Una frase?
Voy a elegir dos: "Soy ciudadano del
mundo y mi religión es hacer el bien", de "Atentado
pacifista", Minas, y "Todo hoy es hermoso",
de “Hoy es hermoso”, Amor elefante.
¿Un espacio?
Casa, con mi hijo
Fran.
¿Con quién
continuamos esta serie?
Rochu Bernardiner →
Rochu Bernardiner →
EL MÚSICO POR SU CANCIÓN: "CAZANDO LUCES".
Bienvenidos sean!
ResponderEliminarGrossos! Me encanta NoTanSolistas!
ResponderEliminarGracias muchas Ingrid! a seguir la ruta de la cancion!
EliminarAguante la música del Sur!
ResponderEliminarGrande Aye! a seguir el recorrido
Eliminarmucha suerte en este camino miguel
ResponderEliminarGracias leo
Eliminarle deseamos mucho amor y musica a miguel!
capos!!
ResponderEliminarq lindo el changuit!!!
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