Juan Báez Nudelman
Posadas, Misiones.
¿Qué te acercó a la música?
Mis padres, fundamentalmente. Ambos
supieron estimular desde siempre una sensibilidad por diferentes tipos de
creatividad, entre ellas, la música, tanto por el sonido como por las letras de
las canciones.
¿Cuáles fueron tus primeras incursiones?
Un compañero de la escuela quiso
empezar a tomar clases con mi viejo, y me uní. Teníamos más o menos once años y
aprendíamos canciones populares de rock y folklore. De ahí recuerdo unos
primeros ejercicios de digitación y los primeros acordes. Detestaba las
cejillas. Luego, de adolescente, como autodidacta, me sentaba en la computadora
a sacar canciones.
¿Tenés una metodología de composición y trabajo?
Ojalá. Soy más ordenado en otros
lugares. En la música me manejo a pura búsqueda sin tener puertos muy claros a
donde llegar. Ante todo busco disfrutar y volver al goce que uno siente por
hacer.
¿Cuál es el momento más placentero del proceso musical?
La repetición. Luego de encontrar la
dinámica que puede tener una canción, me encanta repetirla sin pretensiones una
y otra vez hasta que sea mía. Y eso no depende de si la compuse o si estoy
sacando una canción ajena. Creo que la repetición se apropia de algo, y así te
permite cambiar, tener una identidad propia al momento de interpretarla.
¿De qué hablan tus canciones?
Nunca lo pensé mucho. A lo mejor
sospechan de la ambivalencia de las cosas, y recorren lugares cotidianos,
paisajes íntimos, pero también emociones fuertes, sentimientos amplios, de uno
por el todo, desde el uno. En todo caso, decir algo en una canción es como
entrar en conciencia de la inmersión/exposición que uno siente ante el mundo y
lo que excede a ese mundo.
¿Qué esperás que pase con tus canciones?
Que me gusten, que reflejen ese
afecto por hacer cosas. Si uno disfruta, seguro en el afuera se percibe y algo
puede pasar. Si no estoy cómodo conmigo tampoco estoy cómodo con lo que hago.
¿Cuándo empezaste tu camino solista y por qué?
Más o menos, luego de llegar a
Buenos Aires a estudiar. Compartí algunas canciones con amigos que me
incentivaron a salir a mostrarlas. Quería ver qué pasaba, la idea me entusiasmó
cuando vi que generaba algo lindo en mis compañeros. Suelo tocar solo porque no
me gusta forzar una relación de trabajo.
¿Cómo ves la escena musical?
Me encanta. Estamos en la era de la
información, y la circulación de la música es impactante. Nunca escuchamos todo
lo que nos proponemos escuchar, pero eso es una hermosa bendición. La mixtura
de géneros, la cruza de identidades. La aparición de los productores musicales
amplió mucho el espectro de posibilidades. Gente que se dedica a intervenir y
reformular lo que escucha como agente activo hace falta siempre.
¿Con que músicos de tu entorno te sentís emparentado?
Los músicos que admiro suelen
pertenecer a experiencias que están por fuera de la canción. En cierta forma,
la búsqueda de artistas como el entrerriano Pol Nada o Coiffeur, me causan un
gran impacto y presto mucha atención a lo que dicen y el sonido que interviene
en su discurso. Siempre relaciono el concepto de trabajo con su resultado, y
flasheo.
¿Encontrás alguna identidad musical propia de tu zona o circuito?
Sí, totalmente. Tenemos una
importante cantidad de bandas, artistas y productores en nuestra provincia.
Posadas no es el único punto, en Oberá hace años se realizan eventos culturales
muy buenos, en total independencia de la capital. A su vez, siempre se percibe
y se valora el intercambio entre ambas. Estamos atravesados por el folklore
argentino, la música paraguaya y brasilera en todos sus géneros. Aunque los
músicos no se dediquen enteramente al folklore, estamos totalmente
condicionados. Por más que escuches indie, hip hop, black metal o electrónica,
el paisaje es dominante y alimenta en forma y contenido.
¿Un disco?
Corochiré, de Cecilia
Pahl.
¿Una canción?
“Por admiración”, Ninja, de Cecilia
Moya.
¿Una frase?
“Me despierto en una autopista, abro los ojos y está todo lejos”. Pol Nada, en la canción “No me quedo quieto” del
disco Querés estar solo.
¿Un espacio?
Hace un tiempo trabajamos con un
evento mensual llamado Periferia. Sucede en la ciudad de Posadas y busca
nuclear a escritores, editoriales independientes, emprendimientos
autogestionados, artistas y productores culturales.
¿Con quién continuamos esta serie?
Recomiendo a Ignacio del Pórtico,
porque es un capo →
EL MÚSICO POR SU CANCIÓN: "TSUNAMI"
No hay comentarios:
Publicar un comentario