Caro
Tapia
Castelar, Buenos Aires
¿Qué te
acercó a la música?
La necesidad de decir, y la progresiva
conciencia de que las palabras no alcanzan. La necesidad del ritmo y la melodía
sumergiéndome en un universo Otro. Las guitarreadas en las que mi viejo
desempolvaba canciones cuando éramos chicxs. Las amistades y maestrxs que así
siguieron alimentando el impulso vibrante.
¿Cuáles
fueron tus primeras incursiones?
En el coro de la escuela a la que asistí,
cantando en unas presentaciones locales. Robándole la guitarra a mi papá a
escondidas, sacando canciones en un intento de descifrar una fotocopia vieja
con acordes... Compartiendo con compañeras/os del secundario tardes de mates y
música.
¿Tenés
una metodología de composición y trabajo?
No. Le huyo bastante a la metodología en materia
del arte. Me gusta mucho escribir, la poesía suele brotar como una necesidad
que habita mi cotidianidad. Entonces, cada tanto, una poesía germina como
canción. Pero a veces también la canción llega, sola, con su melodía y su
letra. Otras veces, se adelantan un ritmo y una melodía y va surgiendo la letra
con el lápiz. Finalmente, otras, el juego con algún instrumento a mano se trae detrás
una canción que esperaba ser oída.
¿Cuál es
el momento más placentero del proceso musical?
El momento en que me doy cuenta que surgió una
canción, algo se habitó de sentido, cuando unos segundos antes no podía
explicarme bien qué era lo que estaba haciendo.
¿De qué
hablan tus canciones?
Depende. Creo que nada de lo que unx escribe es
escindible de su sentir, desde el más latente hasta el más profundo y oscuro.
De lo que siento, muchas veces surgen cuestiones que sólo con el tiempo llego a
asociar a algún proceso personal específico, en general en el presente de la
creación no escribo pensando en algo concreto. A menos que esté deliberadamente
apuntado a algún gesto político, que tiene obviamente que ver con mi sentir,
pero está tal vez más apuntalado de manera voluntaria.
¿Qué
esperás que pase con tus canciones?
Espero, en primer lugar, que broten de una
necesidad tan interna que me transformen a mí en algo nuevo, que me muten desde
el momento en que nacen. Y así como a mí me mutan, me hace sentir plena saber
que hay personas a las que les llega una melodía, les resuena una letra, les
con-mueve un acorde... del mismo modo que a mí me con-mueven otrxs.
¿Cuándo
empezaste tu camino solista y por qué?
El camino solista es algo que no había estado
nunca en mis planes -de hecho me resultaba algo no sólo ajeno sino casi hostil
tener un proyecto con mi propio nombre-. Hoy tiendo a pensar que todos son
momentos. Y hubo un momento en que dejé de tener un dúo con el que venía
compartiendo muchos años de música y cuando estaba escribiendo a un grupo nuevo
una propuesta, me di cuenta que no quería seguir empleando energías en
arrastrar personas a un proyecto musical, que es lo que sucede a veces cuando
en un grupo de personas hay distintas voluntades, tiempos, opiniones sobre cómo
llevar adelante la música. Eso se dio en simultáneo con haber descubierto que
ya estaba haciendo mis canciones (es extraño, pero no hay un momento en que una
dice: "ya está, estoy componiendo"; puede estar sucediendo hace rato
y unx sólo asumirlo mucho tiempo después por no tomar por válidas sus propias
creaciones... como si crear fuera algo distinto de jugar!) y con algunas
invitaciones que habían surgido y en las que me tiré a la pileta ofreciendo
probar tocando algo nuevo, y reviviendo mi contacto con la guitarra, adormecido
por algunos años hasta entonces.
¿Cómo ves
la escena musical?
Veo muchísimo movimiento, muchísimas propuestas
variadas e interesantes: desde las más estéticamente pretenciosas y eruditas,
hasta las apuestas de improvisación y creación libres. Me maravilla que el arte
esté mucho más disponible en la calle, en espacios culturales abiertos. Me
parece asombroso y digno de ser contagiado el espacio que abre sus puertas para
que todas las manifestaciones artísticas tengan espacio de expresión (teatros
under, casas culturales abiertas, centros alternativos de difusión cultural,
plazas, calles...). Me parece maravilloso y bien presente el arte que toma la
calle.
Algo que es inescindible del arte y que me
parece un eterno problema es el fetiche, que tiende a estandarizar el valor de
la cultura y de los artistas. Eso me parece un problema: confundir el arte con
la moral acerca del arte, y hacer de eso un producto de mercado, generando la
posibilidad o imposibilidad de ingreso en determinados circuitos, que termina
reproduciendo la lógica del mercado utilitario al interior de una práctica que
es por principio -por decirlo rápidamente y no sin recelo- "inútil".
¿Con que
músicos de tu entorno te sentís emparentada?
En general, todxs lxs cantautores que están
haciendo de su decir el alimento de muchxs oídos, sobre todo con aquellxs que
están abiertxs a compartir; que intentan apostar a la autogestión, sembrar y
transformar modos de vida, vivir aprendiendo. Por el Oeste, en mis prácticas me
siento muy emparentada con amigxs: Roma Roldán, Jorge Salinas, Juan Graña
(Shamballa), Manu Molina, Pablo Merletti, Nico Trigo, Marce Pereyra, Ale
Cunha... Y en la búsqueda sonora eterna, práctica, teórica, técnica, además de
la hermandad en cómo ver la vida, con Soema Montenegro y Luvi Torres, dos
comadres, chamanas enormes que la Vida me regaló para compartir y aprender.
¿Encontrás
alguna identidad musical propia de tu zona o circuito?
No... hay de todo. Hay sí, tal vez, un amor por
la fusión de ritmos latinos de toda clase, en el formato de canción, pero al
mismo tiempo esto trae resonancias de otras tierras, como el blues, el rock, el
jazz, el pop.
¿Un
disco?
Una mujer y un hombre. Ave del Cielo, de Soema Montenegro (2014). Y Canto que Grito, de Pablo Merletti (2012 o 2013, no estoy segura).
¿Una
canción?
"Acaso el amor", Luvi Torres en Ser el Agua. "Chacarera de los
colores", Se Armó en Diversical
(2014).
¿Una
frase?
"Somos
aquello que hay que encontrar para seguir siendo aquello que anda buscando",
Lucía Aráoz de Cea.
¿Un
espacio?
El Oeste, con sus casas abiertas a compartir el
arte en sus múltiples manifestaciones. Casa Frida, Solar, Gorjeos, Granola, etcétera,
y por muchos etcéteras más.
¿Con
quién continua esta serie?
Nomino a la hermosa de Roma Roldán →LA MÚSICA POR SU CANCIÓN: "MAÑANA"
qué bueno, Caro! las chicas del Oeste! espero ansiosa la nota de Roma (ella es la "mamá" de mi cajona peruana con la boca en forma de flor); un abrazo para las dos! Myriam Belfer
ResponderEliminarGracias Myriam! Abrazo grande para vos también!!
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