José Hernán Figueroa (Jota)
Río Cuarto, Córdoba.
¿Qué
te acercó a la música?
Vengo de una familia de músicos, mi abuelo, mi viejo, mis tías y mis tíos...
Pero la que realmente me acercó a la música fue mi vieja, que siempre bailó clásico
y tenía una colección de casetes impresionante... Desde Talking Heads, Zeppelin,
Floyd, Lou Reed, Bowie y el Flaco, hasta Debussy, Bach, la gorda Sosa y Violeta
Parra. No sé, una variedad impresionante. Con mis amigos nos poníamos en casa a
investigar músicas y descubrir cosas nuevas, desde chicos, me acuerdo.
¿Cuáles
fueron tus primeras incursiones?
Mi viejo me regaló de chico una guitarra, Antigua Casa Núñez, me acuerdo,
un bombo también. Y también me acuerdo de un teclado Casio, que tiraba pistas,
y en esa época eso estaba muy bueno... Pero el interés se lo puse al bombo,
siempre me movió la percusión... El primero que me hizo mandarme a tocar fue un
hermano amigo que tengo, que se llama Remigio Rica, que tenía un trio con otros
dos amigasos. El trío se llamaba La Escalera y eran bajo y dos violas, así que
me llamó el Remi y me dijo que quería que toque la batería con ellos, pero yo tocaba
el bombo y tenía un bongó, me acuerdo, de batería nada. Pero me mandé a su casa
y conseguimos una prestada. Eso fue un lunes... El viernes estábamos tocando en
vivo en un bar para todos nuestros conocidos. Creo que teníamos catorce años.
¿Tenés
una metodología de composición y trabajo?
Por lo general sale una de las dos cosas primero... A veces tengo un
poema o una historia y la musicalizo, otras veces tengo una musiquita que me
gusta y van apareciendo las palabras... Otras veces canto y toco todo junto de
la nada. Pero son las menos. Me gusta mucho escribir, sobre todo. Trabajo
bastante en eso.
¿Cuál
es el momento más placentero del proceso musical?
Yo tengo dos, cuando termino de cerrar un tema y lo toco entero por
primera vez. Me siento muy completo en ese momento. Y cuando se da la conexión
tocando con los demás, es inexplicable.
¿De
qué hablan tus canciones?
Sobre el amor, sobre la existencia… Sobre la existencia sobre todo, yo
creo.
¿Qué
esperás que pase con tus canciones?
Que sigan naciendo. Después que hagan lo que quieran, yo las voy a amar
igual, jajajajajja.
¿Cuándo
empezaste tu camino solista y por qué?
En 2010 me fui a vivir a México, y como percusionista no me imaginaba
pudiendo tocar apenas llegara. Yo empecé a hacer canciones a los catorce o quince
años y siempre lo hice, desde entonces, pero se me dio por armas unas canciones
nuevas y grabarlas en casa para el viaje. Un hermano del alma, Mariano Abilar,
se encargó de acompañarme hasta lograrlo con su música y sus magias, y con ese
disquito me fui a cantar al otro lado del mundo. Desde ahí, muy de a poquito,
sigo avanzando.
¿Cómo
ves la escena musical?
Me acuerdo que hace como diez años hablábamos con varios amigos y
coincidíamos en que en Córdoba había mucho por hacer y que era un espacio que
estaba por ser sembrado de alguna manera, no porque no hubiese bandas o músicos
grosos, sino porque es una ciudad muy grande y creíamos en ese entonces que
había una demanda no saciada y que hacía falta una movida más grande... Creo
que se terminó dando lo que pensábamos, o al menos se está viendo, y con una
base muy firme a nivel artístico, creativo y también de producciones... Estoy
muy contento de haberme quedado por acá, a verlo y a ser parte de alguna
manera.
¿Con
que músicos de tu entorno te sentís emparentado?
Bueno, la verdad es que con muchos... Anduve por el folklore, el rock,
la canción, y siento que tengo muchos amigos y sobre todo muchos amigos que me
dio la música, con los que me conecto y comparto muchas cosas. No quisiera
nombrar a nadie por no dejar a nadie afuera.
¿Encontrás
alguna identidad musical propia de tu zona o circuito?
Sí... Creo que Córdoba hoy tiene varias aristas de identidad muy fuertes.
En el pop, en la canción y en el folklore. La identidad conjunta es la de la
creatividad en acción, me parece. Supongo que hay una energía que está
laburando en esta zona del país en este momento. Jajajajaja. Así lo siento yo,
al menos.
¿Un
disco?
Marmas, del Gonza
Sánchez, me encanta.
¿Una
canción?
“María Sabina”.
¿Una
frase?
“¡¡¡Está
la comidaaa!!!”. Jajajajajajja.
¿Un
espacio?
La cocina.
¿Con
quién continúa la serie?
Continúa
con La Negra Marta Rodríguez →EL MÚSICO POR SU CANCIÓN: "CALCOMANÍAS"
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