Fabricio
Arturo Carbajal
San Juan.
¿Qué
te acercó a la música?
Mi acercamiento a la música surgió como una
necesidad para poder llevar a cabo interpretaciones folklóricas legítimas y
fieles. En mi adolescencia tuve un acercamiento importante con la danza
folklórica y siempre me llamó la atención la música que interpretaba desde la
danza, sentía curiosidad sonora, era un mundo gigantesco, y me sumergió la música
en un mundo mágico, pudiendo de esta manera ser parte de las obras que se
interpretaban desde otro lugar, aportando y enriqueciendo la puesta en escena
en vivo.
¿Cuáles
fueron tus primeras incursiones?
Como mencioné anteriormente, tuve mis
primeras incursiones haciendo la música en vivo de algunas obras folklóricas de academias de danza e
institutos folklóricos de danza. Luego, y con el paso del tiempo, pasé por
proyectos musicales folklóricos. Uno de los más importantes fue el Grupo
Alquimia Cuyana, donde interpretábamos música de los pueblos latinoamericanos,
y esta fue una etapa muy enriquecedora en mi vida musical.
¿Tenés
una metodología de composición y trabajo?
Siempre trato de que la composición me lleve,
a veces lo que me sugiere alguna melodía que ronda en mi cabeza y otras veces
desde la letra o lo que tengo ganas de decir. A partir de una idea base, voy
desarrollando.
¿Cuál
es el momento más placentero del proceso musical?
Creo que todos los momentos compositivos
son muy importantes, porque son los caminos que transitamos y nos enriquecen,
el dejar fluir lo que nos pasa por dentro es lo importante, por eso pienso que
el camino para el compositor es más importante que llegar al final de una canción.
¿De
qué hablan tus canciones?
Mis canciones hablan de terruño, hablan de
gestos, de encuentros y desencuentros. Trato de reflejar paisajes, lugares,
sentimientos encontrados y todo lo que me pasa por dentro.
¿Qué
esperás que pase con tus canciones?
Espero que sean escuchadas, disfrutadas,
recomendadas, difundidas, me gustaría que sean compartidas y que ayuden para
alguna necesidad inmaterial, la idea es compartir sin buscar algún rédito económico...
Solo que lleguen a muchos oídos.
¿Cuándo
empezaste tu camino solista y por qué?
Creo que nunca estamos solos, siempre en
cada nota o cada pasaje musical hay algún maestro, algún amigo o un montón de
gente que acompañó de alguna u otra manera este camino musical que elegí. Están
reflejados allí.
¿Cómo
ves la escena musical?
La escena musical creo que está yendo a
lugares que tienen que ver en la actualidad con la comunicación. Y al hablar de
comunicación debemos tener en cuenta que a medida que el tiempo pasa, algunos
soportes van quedando obsoletos, por lo que siempre hay que buscar la forma de
llegar a la gente. Y, hoy por hoy, las redes sociales y los medios informáticos son los que regulan esa parte, que tienen el
protagonismo para llegar a la gente. Obviamente, convengamos que en la mayoría
de los casos ya los artistas, para conseguir estar actualizados, necesitan de
productores artísticos, mánager, sello discográfico, en fin... Muchísima gente
que interviene, quiere decir que ya el artista no se vale por sus temas y su
talento, sino que también necesita de mucha gente. Y eso en algunos casos no es
muy beneficioso para el artista que compone, ya que si no existe el recurso
para poder solventarlo, el camino se vuelve un poco más pesado. Pero creo que
no es algo que condicione en gran magnitud. También existen los proyectos
musicales auto-gestionados e independientes, con menos presupuesto pero con más
corazón y humanidad, y eso es más enriquecedor, porque te mantiene siempre
actualizado.
¿Con
que músicos de tu entorno te sentís emparentado?
Siento mucha empatía con los músicos que
comparten su arte con el corazón.
¿Encontrás
alguna identidad musical propia de tu zona o circuito?
Sí, por supuesto, en mi región, que es Cuyo,
la tonada es lo que nos define musicalmente. Quizás, también, y haciendo un análisis
más específico, creo que los ritmos Ternarios son los que nos identifican, por
cómo están plasmadas en la mayoría de los ritmos folklóricos de esta región, lo
que no quiere decir que hoy, en la actualidad, no haya ritmos binarios que
hagan su base en estas tierras y se queden para enriquecer el acervo cultural
de este lugar.
¿Un
disco?
Tinto,
de Orozco Barrientos.
¿Una
canción?
“El buen lugar”, Jacinto Piedra.
¿Una
frase?
“La
esperanza dispone de muchos terrenos baldíos”, O. Girondo.
¿Un
espacio?
La montaña.
¿Con quién continúa la serie?
Tutto Tinta →
No hay comentarios:
Publicar un comentario