Fabricio Pérez
San Juan
¿Qué te acercó
a la música?
Es difícil responder eso, pero supongo que es un
fenómeno que sucede en casa, mi familia, mis hermanas mayores y los hits de la
radio desde muy chico. A los doce, un regalo, un capricho cumplido por mi
abuela: apareció a las siete de la mañana de ese cumpleaños con una guitarra
que aprendí a tocar más o menos al año, cuando entré a la escuela secundaria.
¿Cuáles fueron
tus primeras incursiones?
Mis amigos de colegio fueron claves, teníamos y
tendremos definitivamente una relación musical. Con ellos tuve mis primeras
bandas, presentaciones y recitales. Investigamos la música y los instrumentos
que nos gustaban.
¿Tenés una
metodología de composición y trabajo?
La composición, tocar y cantar tienen una misión
bastante terapéutica en mí. Nunca quise disciplinarlas. Siempre te sorprende la
música.
¿Cuál es el
momento más placentero del proceso musical?
Podría decir que para mí es la aparición y el
encantamiento con una melodía, una secuencia de acordes. Aunque después las
olvide por un tiempo.
¿De qué hablan
tus canciones?
La mayoría son bastante intimistas, hablan de la
relación con la canción o con la expresión o las palabras. Inevitablemente
hablan del amor, de los que quiero, del lugar en donde vivo y del mundo que
quiero construir con los demás.
¿Qué esperás
que pase con tus canciones?
Que puedan movilizar. Siempre esperé eso.
¿Cuándo
empezaste tu camino solista y por qué?
Creo que lo inicié hace mucho, cuando aprendí a tocar.
Desde ese momento me gustó crear y escribir. Pero era más desastre que hoy, ja.
Después estuve en bandas de colegio. Luego hice una pausa larga: me dedique a
trabajar y estudiar sobre comunicación. Mientras terminaba la carrera tuve dos
bandas más, mucho más serias, y con las que pude grabar discos y tocar mucho.
¿Cómo ves la
escena musical?
Yo vivo en San Juan. La escena es muy distinta a la de
hace diez años atrás. Está floreciente, se renueva y se transforma. Todavía
falta mucho por mejorar y experimentar, pero soy optimista.
¿Con que
músicos de tu entorno te sentís emparentado?
Con muchos. Con la mayoría diría. Las bandas que
escucho o con las que toco, son bandas que encarnan, queriendo o sin querer, la
fusión de estos tiempos. Los músicos y compositores de esta época tuvimos
acceso a muchas músicas y eso nos emparenta en la mixtura y nos permite jugar
con la diversidad.
¿Encontrás
alguna identidad musical propia de tu zona o circuito?
Sí, podría decir que los compositores de acá hablan
desde el valle silencioso, el desierto que nos rodea. Eso aparece en las composiciones.
¿Un disco?
Ciudades, de TOCH.
¿Una canción?
“En el infinito”, Sig Ragga.
¿Una frase?
“Canta toda la
vida. Canta con emoción y al partir sentirás una brisa inmensa de libertad...”.
¿Un espacio?
Todas las instancias que se parecen a mi casa.
¿Con quién
continúa la serie?
Bruno Torino Bustamante →
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