miércoles, 2 de marzo de 2016

#41 - Eso quiero, hacer canciones valientes

Pablo Merletti
Merlo, Buenos Aires. 



¿Qué te acercó a la música?
Comencé a tocar la guitarra viendo a mis hermanos mayores, quienes por aquellos años tenían sus bandas de rock y andaban cantando en los bares de Merlo. Yo los veía y admiraba. Aunque en la actualidad me expreso con la guitarra criolla, podría decir que empecé, como muchos trovadores de mi generación, tocando la eléctrica.

¿Cuáles fueron tus primeras incursiones?
Primero fue la batería, el batero de la banda de mi hermano se había ido y entonces lo reemplacé un tempo. La verdad que no duré mucho con este instrumento, lo sentía limitado en relación a la necesidad que tenía de expresarme con mis letras y melodías.

¿Tenés una metodología de composición y trabajo?
No tengo  una metodología al momento de componer una canción, a veces primero la música y luego la letra, y en ocasiones viceversa. Hace un tiempo que me dedico también a musicar poemas de otras personas y me resulta también muy gratificante esa tarea.

¿Cuál es el momento más placentero del proceso musical?
Lo que más disfruto es hacer. Como decía el viejo Serrat, hacer canciones. Ese momento es único y aunque a veces falta tiempo en esta vida de posmodernidad, siempre ando buscando encontrarme con esa soledad tan necesaria para hacer una canción.

¿De qué hablan tus canciones?
Mis canciones hablan de muchas cosas. Intento no ser monotemático, aunque pienso que todos los cantautores tocan básicamente un tema alrededor de toda su obra. Mis temas hablan de la realidad, según mi visión, de mi vida y también de la de los demás, que son yo mismo de alguna manera. Hablo de personajes que me sensibilizan, por ejemplo, de historia, del país, del pueblo. Tengo un canto reflexivo y empático, y otro mucho menos profundo, material y pragmático. Me gusta cantarle al amor en sus diversas formas, y también me entusiasma y divierte buscar las contradicciones que todos tenemos y hacer crítica social, renegar de la hipocresía y el egoísmo, que son moneda corriente en nuestras occidentales y cristianas sociedades.

¿Qué esperás que pase con tus canciones?
Me gustaría que mis canciones sean más difundidas para poder llegar a quienes no conozco, y tal vez se sientan bien escuchándome. Es decir, quienes comparten mis gustos musicales, poéticos e ideológicos. Pero tampoco me quita el sueño ese deseo. Comprendo que mi música jamás estará en los grandes escaparates, y es bueno que así sea. Comprendo perfectamente que mi canto es algo así como contrahegemónico y que la industria musical difícilmente ponga sus ambiciosos ojos en una canción cuya estética escapa a los parámetros establecidos por la moda y los dueños de todo: medios de comunicación, productoras musicales, etcétera. Canción que ha sido valiente, siempre será canción nueva, decía Víctor Jara. Eso quiero, hacer canciones valientes. Y seguir cantándolas en la calle, por supuesto.

¿Cuándo empezaste tu camino solista y por qué?
Mi camino solista arrancó allá por el 2003. La banda de rock había cumplido su ciclo cuando empiezo a escuchar y sacar canciones de Yupanqui, Silvio Rodríguez, Zitarrosa, Serrat… Un camino de ida. Con estos referentes me quedé, viviendo su poesía y aprendiendo sobre la vida. Estas gentes son clásicos, porque reflexionan sobre los grandes temas de la humanidad a partir de su poesía profunda y clara: el amor, la lucha, el hombre y su paisaje, el tiempo,  la amistad, la creación.

¿Cómo ves la escena musical?
No conozco algo así como la escena musical. Por lo general canto en la calle, esa escena musical la veo de regular a mal; a los trabajadores callejeros siempre nos complican las devaluaciones, ajustes económicos, etcétera. El que te da la propina o te compra un disco es por lo general un laburante como vos, y no son tiempos buenos para los laburantes.

¿Encontrás alguna identidad musical propia de tu zona o circuito?
En la zona oeste de Buenos Aires, donde nací, hay mucha historia y existen buenos músicos. Hay los que copian, obviamente, pero hay quienes crean sus poemas y melodías, en cualquier estilo, desde rap hasta folclore.

¿Un disco?
La viuda, José Carbajal "El Sabalero".

¿Una canción?
"Te doy mi voz", de Nico Trigo.

¿Una frase?
"El único trabajo que libera, es el que se ama".

¿Un espacio?
Frida, en San Antonio de Padua.

¿Con quién continúa la serie?
La serie continúa con Nico Trigo →

EL MÚSICO POR SU CANCIÓN: "CANTO QUE GRITO"

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