miércoles, 6 de abril de 2016

#46 - Volar por afuera de uno

Gonzalo Sánchez
San Juan.



¿Qué te acercó a la música?
La verdad que fue mi hermosa hermana Marina, que le encanta la música y tenía muchos amigos músicos. Y un día me dijo: eh, Gonza, ¿no te gustaría tocar algún instrumento? Bla, bla, bla… Yo tengo un amigo que toca el saxo y es una masa. Ahí fui, lo conocí a este amigo, toqué su saxo, mi hermana me regaló un casete de Joao Gilberto y Stan Getz, y así empecé a tocar el saxo… Mucho después empecé a tocar la guitarra y hacer canciones.

¿Cuáles fueron tus primeras incursiones?
Y me parece que apenas sentí que me gustaba mucho lo que estaba haciendo, a nivel de querer volver a casa para tocar. Y de ahí, uno se va llenando de valor y empieza a compartir la música, lo más sinceramente que se puede.

¿Tenés una metodología de composición y trabajo? 
No tengo una metodología de composición, siempre es de una manera muy espontánea, casi siempre sale la música y después escribo algo o empiezo a leer cositas escritas en alguna bitácora (¡tengo desde hace varios años muchas bitácoras llenas de cositas escritas y dibujadas!).

¿Cuál es el momento más placentero del proceso musical?
Cuando realmente estas sumergido en la música y sentís que estás diciendo muchas cosas. Y cuando eso pasa con amigos, es increíble.

¿De qué hablan tus canciones?
Uh, qué pregunta. La verdad que depende de cada canción, algunas de cuestiones más cotidianas, otras de algún paisaje, otras inspiradas en el amor, en los seres queridos que están y que no están. Juego con la música de las palabras.

¿Qué esperás que pase con tus canciones?
Estoy aprendiendo a no esperar nada, de cualquier cosa. Así que, con más razón, no espero nada. Sólo pienso y siento que está buenísimo  que lo que uno hace pueda volar por afuera de uno. ¡Y eso es lo mejor que le puede pasar a mis canciones!

¿Cuándo empezaste tu camino solista y por qué?
Empecé hace no mucho tiempo, tres años atrás. Después de varios años de tocar el saxofón, me cruce con amigos músicos que hacían canciones y me enamoré de todo lo que envuelve la canción, ¡la sencillez!  

¿Cómo ves la escena musical?
Hay varios nuevos espacios donde poder tocar y muchas nuevas propuestas musicales ¡que están muy buenísimas! Eso es positivo, y por ahí es complicado el poder vivir de hacer música.

¿Con que músicos de tu entorno te sentís emparentado?
Con muchos, pero más que nada con los que hacen canciones. Y me gustan muchos tipos de música, así que con muchos ambientes, el jazz, el rock, el folclore y más.

¿Encontrás alguna identidad musical propia de tu zona o circuito?
¡Sí! Muchas músicas muy originales están apareciendo hace tiempo, en Córdoba y en la Argentina, auténticas, sencillas, comprometidas, divertidas.

¿Un disco?
El Templo Sudoku, Telescopios.

¿Una canción?
“Si mi “, Candelaria Zamar.

¿Una frase?
“Cambiemos todo el tiempo, que hace bien, deja que te pase el mundo que no deja de girar”, Telescopios, Rodrigo Molina.

¿Un espacio?
Las casas y los patios.

¿Con quién continúa la serie?
Pablo Moreno →

EL MÚSICO POR SU CANCIÓN: “UN MIL SIN FIN”

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