miércoles, 2 de noviembre de 2016

#75 - La identidad que encuentro es el tango

Matías Fain
Ciudad de Buenos Aires.



¿Qué te acercó a la música?
Me acerqué por curiosidad, tenía un amigo que tocaba y me sorprendía cómo pisaba las cuerdas y de repente hacía sonar canciones de mis bandas de rock favoritas de ese entonces. Entonces me dije que quería hacer eso. Luego decidí dedicarme y ampliar los horizontes de las posibilidades para conocer cómo se pulsa y cómo se expresa a través de los distintos géneros.

¿Cuáles fueron tus primeras incursiones?
En los comienzos tocaba en distintas bandas de rock con la búsqueda y el atrevimiento de componer canciones propias y de mis compañeros. En ese camino de ensayos, tocadas en vivo en distintos lugares de capital y provincia, llegamos a grabar un EP que paradójicamente terminó siendo la conclusión de aquella etapa en el género.

¿Tenés una metodología de composición y trabajo?
No lo pienso demasiado, muchas veces una frase letrística o musical funciona como disparador, y luego es un dejarme llevar o reflexionar sobre lo que estoy hablando o planteando musicalmente para modificarlo o desarrollarlo con ideas contrarias, como si fuera un cuestionamiento de lo planteado en busca de formas distintas.

¿Cuál es el momento más placentero del proceso musical?
Cuando ya no hay en qué pensar, simplemente es una decisión para dejarse llevar por las distintas posibilidades, sorprenderse y emocionarse con las formas y ser ese sonido que nos abarca en sí mismo.

¿De qué hablan tus canciones?
No sé si corresponde definir las temáticas de mis temas, ya que cada cual puede interpretarlos de las formas que quiera, pero sí puedo decir que busco a través de distintas temáticas generar un planteo positivo y superador, algo poco común dentro del cliché que presenta el tango acerca de la nostalgia, resentimiento, etc. Quizás plantear que hay momentos difíciles que tocan pasar y en ese sentido no quedarse solo con ello y continuar,  en otras la búsqueda es exponer el paisaje confuso y caótico de la ciudad y el sistema que somos parte y cómo nos lleva a relacionarnos con los demás. 

¿Qué esperás que pase con tus canciones?
Que vuelen y lleguen a lugares inesperados, sean parte de la expresión de algún otro que las quiera cantar o compartir.

¿Cuándo empezaste tu camino solista y por qué?
No tengo grupo solista, formé con mi amigo Juan I. Pérez Porta Deleitango, con la intensión de explorar el tango a través de arreglos propios sobre grandes clásicos o no tanto para conocer y abarcar distintas posibilidades. Tuvimos el lujo de comenzar a trabajar con los cantantes Nicolás Scordamaglia y Nazarena Cáceres, y en este nuevo panorama surgió la intensión de generar tangos propios, tanto instrumentales como cantados. Más tarde, con la cantante amiga Brisa Videla, nos comenzamos y formamos Tangorante, como un proyecto que plantea ideas a través de lo espontaneo del momento, con arreglos que van surgiendo sobre la marcha y con momentos libres en donde hay espacios para la improvisación. Con el tiempo se sumó el bandoneonista-armoniquista Nahuel Perkal, con quien seguimos desarrollando este método con clásicos del género y composiciones propias.

¿Cómo ves la escena musical?
Veo una escena muy buena desde las bases, mucha gente que quiere que haya espacios de tango y música en vivo, con todo el esfuerzo que ello implica, también muchos grupos con planteos propios y búsquedas interesantes para generar un repertorio nuevo actual. También hay un público que asiste de manera auto-convocada a las distintas milongas y espacios, lo que genera un intercambio e inclusión para darse a conocer y fortalecer la movida tanguera. Destaco esto también porque, por otra parte, vienen sucediendo situaciones de clausuras a centros culturales que son los que permiten, dentro del circuito under, que lugares como éstos se vean afectados, lo que genera momentos de lucha y resistencia para este circuito.

¿Con que músicos de tu entorno te sentís emparentado?
Mis referentes actuales, obviamente, vienen desarrollando quizás la escuela tanguera que planteó en su momento Roberto Grela, pero planteando una búsqueda personal a través de ellos, como son el trío de guitarras Lacruz-Heler-Nikitoff, Hugo Rivas, Roman Vergagni, Alfredo Sadi, Alfredo Tape Rubin, Julián Peralta y su Orquesta típica.

¿Encontrás alguna identidad musical propia de tu zona o circuito?
La identidad que encuentro es el tango.

¿Un disco?
Aguafuertes Tangueras, de Lacruz-Heler-Nikitoff.

¿Una canción?
“Viento solo”.

¿Una frase?
“Ser parte del hoy y no una repetición del ayer para sentirse correcto por repetir modales”.

¿Un espacio?
La Sin Gomina Milonga.

¿Con quién continúa la serie?
Nazarena Anahí Cáceres →


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